lundi, juillet 28, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": La tumba de Oscar Wilde
samedi, juillet 26, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": Del Norte la columna de Daniel de la Fuente
Daniel de la Fuente
vendredi, juillet 25, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": Del Milenio una nota de Gabriel Contreras
Tijuana, Chihuahua, Zacatecas y Monterrey, ligadas
La poesía se agiganta en el blog
La ciudad de Mexico, Monterrey, Tijuana, Zacatecas y Chihuahua, entre muchas otras urbes, se hallan ligadas a través de unos vasos comunicantes en los que se entremezclan las rutas del blog y la poesía.
25-Julio-08
Según lo observa el crítico Sergio González Rodríguez, existe en estos momentos una especie de explosión literaria en los ámbitos del blog. Es decir, que la palabra poética y los medios virtuales caminan por el mismo sendero, y además agarrados de la mano. Así, en el blog de la poeta Maricela Guerrero nos encontramos con esta reflexión de González Rodríguez: “De la República de las letras a la red de blogueros que versifican o inscriben en el ciberespacio, hasta el momento, ninguna mente lúcida ha examinado las conductas de la intelectualidad mexicana y sus relaciones ante el poder en los últimos años”.
Efectivamente, las ligas con Tryno Maldonado, Heriberto Yépez, Zaira Espinoza y Gabriela Torres, entre muchas otras, nos hablan de un circuito intenso, severo y plagado de futuro. Sin embargo, el presente es inminente y, en efecto, representa un reto para la crítica. Apunta González Rodríguez: “Lo que consta en los hechos es que, conforme el antiguo régimen perdía el poder y abandonaba su manejo legitimador de la cultura en el país y hacia el exterior, el gobierno del cambio y sucesores sexenales exterminaron las instituciones culturales hasta llevarlas al punto crítico en el que apenas sobreviven.
Por su parte, las autoridades de izquierda en el Distrito Federal han usurpado aquellos usos legitimadores para convertirlos en una línea estratégica, a partir de los gremios artísticos y literarios de filia progresista con sus protagonistas centrales a la vanguardia”.
La presencia de los jóvenes poetas en los blogs disparados desde México nos hacen pensar inmediatamente que su siguiente objetivo podría ser la toma de You tube, o quizás de otro circuito alternativo, más allá de Facebook y también más allá de los medios actuales.
Muchas de esas voces, resultaría importante de señalar ante el texto de González Rodríguez, ni siquiera habitan en el DF, o sea que son no sólo marginales, sino que también periféricas. Sin embargo, en internet no existen capitales ni provincias, y por lo tanto la pantalla es una buena herramienta para la difusión de la palabra poética. Así, hoy en día no es un lujo ni una dificultad acceder a los textos de Minerva Reynosa, Óscar David López o Liliana Blum prácticamente en tiempo real, aspirando a conocer su poesía en el momento mismo en que es parida, eliminando las trabas de los editores, e intermediarios.La mesa está servida, que vengan ahora los críticos a decirnos cuál es el papel de la poesía joven de nuestro país en el blog. Estamos esperando.
Monterrey/Gabriel Contreras
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jeudi, juillet 24, 2008
mercredi, juillet 23, 2008
Cita con Eugen Gomringer
avenidas
avenidas y flores
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flores
flores y mujeres
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avenidas
avenidas y mujeres
_
avenidas y flores y mujeres y
un admirador
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Poema de Eugen Gomringer.
mardi, juillet 22, 2008
lundi, juillet 21, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": I Want To Believe
dimanche, juillet 20, 2008
samedi, juillet 19, 2008
Noticias de la Ciudad Más Pretenciosa: Deseo que al menos unas noches Monterrey se convirtiera en MonteBeary
mardi, juillet 15, 2008
Todos invitados... IV Encuentro de Escritores Jóvenes del Norte de México y Sur de Estados Unidos
Y SUR DE ESTADOS UNIDOS
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Miércoles 16 de julio - Aulas anexas de la Casa de la Cultura
19:00 horas
Presentación del libro de cuentos Vidas de catálogo, de Liliana Blum (Tamaulipas). Presentan: Marco Antonio Huerta (Tamaulipas) y Óscar David López (Nuevo León).
19:30 horas
Presentación del proyecto Fear is Effective, La línea interdisciplinario (Baja California).
20:00 horas
Presentación del proyecto Economy of Gesture, colectivo Lui Velázquez (Baja California).
20:30 horas
Presentación del libro Una no habla de esto, de Sylvia Aguilar Zéleny (Sonora). Presentan: Pedro de Isla (Nuevo León) y Sabina Bautista (Nuevo León).
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10:00 horas
Inauguración
10:30 horas
Conferencia magistral de apertura: Shelley Jackson.
11:30 horas
1ª Mesa de ponencias: Inmediaticidad: Francisco Meza (Sinaloa), Adrián Herrera (Nuevo León), Sylvia Aguilar Zéleny (Sonora). Moderador: Luis Aguilar (Nuevo León).
12:30 horas
2ª Mesa de ponencias: Inmediaticidad: Lorena Mancilla (Baja California), Violetta Ruiz (Nuevo León), Irad Nieto (Sinaloa), Julio Pesina (Tamaulipas). Moderador: Luis Aguilar (Nuevo León).
13:30 horas
3ª Mesa de ponencias: Book mix: Norma Alarcón (Chihuahua), Jaime Villarreal (Nuevo León), Sergio Pérez Torres (Nuevo León), Teresa Carmody (California). Moderador: Luis Aguilar (Nuevo León).
14:30 horas
Receso
16:30 horas
1ª Mesa de lectura de obra: Abril Castro (Baja California), Gerardo de Jesús Monroy (Coahuila), Juan Miguel Pérez (Tamaulipas), Paloma Vargas (Nuevo León), Teresa Carmody (California).
17:30 horas
2ª Mesa de lectura de obra: Natalia Luna (Nuevo León), Elier Lizárraga (Sinaloa), Magali Velasco (Chihuahua), Sylvia Aguilar Zéleny (Sonora).
18:30 horas
3ª Mesa de lectura de obra: Janice Lee (California), Gidi Loza (Coahuila), Letty Espriella (Sonora), Joaquín Zihuatanejo (Texas), Javier González (Baja California).
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10:00 horas
Taller de Rocío Cerón: Introducción al libro-objeto. Sala de la Planta baja, Edificio del Antiguo Palacio Federal, CONARTE. Washington y Zaragoza.
12:00 horas
4ª Mesa de ponencias: Point of view: Janice Lee (California), Gidi Loza (Coahuila), Adelaida Caballero (Nuevo León). Moderador: Felipe Montes (Nuevo León).
13:00 horas
5ª Mesa de ponencias: El paisaje no habitual de la palabra: Abril Castro (Baja California), Gerardo de Jesús Monroy (Coahuila), Juan Miguel Pérez (Tamaulipas), Paloma Vargas (Nuevo León), Tammy Gómez (Texas). Moderador: Felipe Montes (Nuevo León).
14:00 horas
Receso
16:00 horas
6ª Mesa de ponencias: Objeto de deseo: Letty Espriella (Sonora), Érick Vázquez (Nuevo León), Joaquín Zihuatanejo (Texas). Moderadora: Lucía Yépez (Nuevo León).
17:00 horas
4ª Mesa de lectura de obra: Adelaida Caballero (Nuevo León), Armanda Fabián (Nuevo León), Francisco Meza (Sinaloa), Tammy Gómez (Texas).
18:00 horas
5ª Mesa de lectura de obra: Katia Irina Ibarra (Nuevo León), Sergio Pérez Torres (Nuevo León), Norma Alarcón (Chihuahua), Julio Pesina (Tamaulipas).
19:00 horas
Conferencia magistral de clausura: Miriam Moscona.
Todos invitados... Presentación de "Vidas de catálogo", de Liliana v. Blum
lundi, juillet 14, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": Arquitextura, La forma del dengue y el Holograma del Huracán Gilberto
Las cicatrices manchaban su cara: una decena de pliegues provocados por ronchas recubrían su identidad del lado derecho y un amargo oscurecimiento de varia pigmentación el izquierdo. Hasta después fue específico con respecto a la enfermedad que lo había marcado como a un dátil bajo un mediodía en pleno verano. Era el chofer de la empresa coreana que recién manejaba sus negocios para América Latina desde Monterrey. Comparado con los demás regiomontanos, Diego es un hombre puntual y servil. A las siete y treinta de la mañana pasa por los demás empleados foráneos al hotel donde nos hospeda la empresa: nunca más tarde nunca más temprano. Aunque estudié Relaciones Internacionales, mi afición por los videojuegos me volvió un experto en cuestiones electrónicas. La empresa coreana solicita mis servicios dos semanas por mes. Por lo que sé, la empresa no desea contratar a regiomontanos para los asuntos de Sistemas. Diego es uno de los cuatro regiomontanos que ahí laboran. Los otros tres, al menos para mí, son fantasmas: nunca los he visto ni conozco a nadie que haya tratado con ellos.
El recorrido que hacemos del hotel al edificio de la empresa rara vez ocurre por avenidas. Gracias a Diego, la camioneta se desliza por las calles de un solo sentido evitando que observemos la falsa majestuosidad de las avenidas regiomontanas. Me cansa esta ciudad rompecabezas del wannabe norteamericano. Por todas partes podemos advertir sus fracasos, considerados los mejores logros. Aunque Monterrey se vende como la capital de los negocios faltan manos para contar las fallas de su planeación geográfica. Si el clima y la gastronomía son las manecillas del reloj de la identidad regional, Monterrey es un holograma en el que nada logra fijarse: el tiempo atmosférico cambia cada quince minutos y la comida es una serie de platillos reciclados de recetarios caducos. Su arquitectura es un rompecabezas imposible. A Monterrey le gustan las obras magnánimas y efímeras. Sus arquitectos son copiastas medievales que en lugar de libros, falsifican puentes, plazas, ríos, parques de recreo de cualquier otro universo. Sin embargo, todas esas obras están maximizadas pues a Monterrey le gustan los combos tamaño jumbo: maxipuente para río extraseco ideal para canchas de futbol de equipos europeos o macroplaza con hipermuseos elefantes blancos y falsas intenciones culturales. Monterrey es el anacrónico paradigma de la posmodernidad: una avenida collage de imágenes dispares en las que ocurre una película apocalíptica con final feliz, muy plástico.
Cierto mediodía, a mitad de la jornada laboral, hubo una fiesta para celebrar los 104 años de la empresa. La reunión ocurrió simultáneamente en los cinco continentes. La nuestra tuvo lugar en una casona de San Pedro, municipio vecino de Monterrey, en el que se dice que viven los mayores infames de América Latina: narcotraficantes y expolíticos. Como se sabe, los coreanos son practicantes del chamanismo mediante ritos musicales. Durante la celebración algunos de mis jefes bailaron al ritmo de la música que otros de sus subordinados (también coreanos) hicieron con ayuda de la garganta y la lengua. Según leí después, estos ritos no tienen valor artístico pero sí un valor espiritual. Mientras estos suceden, los danzantes y músicos son poseídos por espíritus chamánicos que les ayudan a preservar su posición cultual y religiosa en el mundo. En Corea a los ritos les llaman Kut, al chamanismo Musok, y los practicantes, Mudang. Por lo regular los ritos son representados por mujeres pero a falta de un buen grupo de coreanas, el ritual fue ejecutado por el jefe máximo hasta la recepcionista más escondidiza. Sin embargo, como para mí la fiesta no significaba algo más allá del mero hecho morboso y como ya tenía anotada en mi agenda electrónica la información que debía buscar, salí a fumar un rato.
El aire casi estático me recordó que había bebido demasiado durante la función chamánica de mis jefes y compañeros. Sus trajes rojos con mangas blancas me habían recordado un videoclip de música pop pero sin pop y sin muy buena imagen. La repentina participación de la gran mayoría me había enfrentado con mi propia realidad: trabajar para una empresa extranjera era vivir en otro país durante la mitad del día. Lo peor era que me sentía solo lingüísticamente. Ninguno de los compañeros de mi mesa hablaba español. Yo mismo sabía algo de coreano gracias a una compilación de programas para aprender la lengua que venía escuchando desde que pasé por Recursos Humanos. La excepción de la empresa era Diego. Al menos por la mañana y por la noche podía conversar con alguien en mi idioma. Sin embargo, era sólo una posibilidad ya que nuestra charla diaria siempre terminaba reducida a desearnos buenos días o buenas noches. Cuando excedía la norma: un buen fin de semana o un buen viaje. Por lo que resta a los demás compañeros foráneos se trataba de croatas, eslovenos o serbios. Ellos mismos debían sentirme más cercanos por su parentesco territorial. Como buen romántico, al no conocer la razón por la cuál me sentía súbitamente solo, salvo porque fuera realidad, decidí culpar al alcohol.
Justo cuando pensé en regresar a presenciar el gran final del rito chamánico apareció Diego. Como yo, él también había estado en un rincón y había decidido salir a fumar. Me extendió una cajetilla de cigarros y tomé uno. El aire había cedido su fuerza inmóvil para ventear sólo un poco y parecía que habría lluvia pronto. El cielo había oscurecido y repentinamente teníamos a nuestro alrededor a una jauría de mosquitos. Después de pasar un rato en silencio, charlamos un poco de Puebla, ciudad donde crecí y vivía el resto del tiempo que no pasaba en Monterrey. Diego dijo no conocer Puebla ni otra ciudad que no estuviera en la zona metropolitana. Cuando quedó huérfano, pensó que huiría de Monterrey al cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, se casó con la primera mujer que conoció al salir del orfanato. Su historia académica no se concretó pues rápidamente su esposa había quedado embarazada. De no ser chofer, sería mecánico automotriz. Con el aniversario 104 de la empresa, Diego cumplía 10 años siendo el chofer particular. Dijo saber tres cosas que me inquietaron: la razón de mi ausencia durante la ceremonia, la religión que profesaba y porqué había estado matando mosquitos.
En ese momento nos interrumpió el ruido de los empleados que dejaban la casona para subir a sus coches. Nosotros hicimos lo que nos correspondía y mientras esperábamos a los demás, Diego fue sintético en sus respuestas: soledad. Por mi parte, le dije a modo de broma que creí que me sorprendería, pues quizá luego de 10 años en la empresa había logrado capturar uno de esos espíritus chamánicos y podía ver ciertamente la mente de otra persona. Diego no sonrió ni gesticuló emoción alguna. Afortunadamente uno de los serbios, croatas o eslovenos, para ser sincero los veía igual, se acercó para decirnos con un monosílabo que ninguno de ellos iría al hotel. Emprendimos el camino en medio de un silencio pavoroso. Apenas la camioneta avanzó un par de metros, comenzó a llover frenética y compulsivamente. Las gotas que atacaban el techo de la camioneta habían instalado su propio rito chamánico para nosotros dos, los huidizos. Para llegar al hotel, Diego debía tomar la avenida Constitución pues Monterrey y San Pedro son ciudades separadas por algo que se empeñan en llamar río Santa Catarina, mismo que no es más que un enorme cause seco y ahora comercializado por un tianguis, canchas de futbol, circos itinerantes y una pista didáctica para conductores aprendices. En Monterrey la lluvia puede causar el peor caos vial: son suficientes quince minutos de tormenta para que el agua de lluvia se convierta en vómito de alcantarilla. El drenaje no fue construido contra tormentas ni contra basura, mucho menos contra regiomontanos.
Mientras afuera la lluvia y el sonido de los cláxones desquiciaba la avenida collage, adentro nosotros nos manteníamos en un silencio un tanto desagradable. El deseo por entablar comunicación con alguien en mi mismo idioma me había traído problemas. Sin embargo, repentinamente Diego comenzó a llorar. No se trataba de un llanto femenino y escandaloso, sino de un sollozo mínimo. No me atreví a preguntarle por qué sucedía eso. Varados en medio de una congestión automovilística sólo se me ocurría pensar que se trataba de un espíritu nostálgico, que por todos lados veía signos de la podredumbre del mundo, lo que le causaba grietas indefinibles. También podría decir que se trataba de un maricón que no advertía sus mariconerías. Pero fue él mismo quien decidió contar su historia no sin antes preguntar si sabía la razón por la cuál tenía la cara mitad con cicatrices mitad manchada. Negué saberlo. Con su tono habitual dijo:
>>Era 1988, septiembre 17 de 1988, en esta misma avenida, estábamos mi madre, mi hermana y yo, viajábamos en un camión de ruta urbana de la zona oriente al centro de Monterrey. Para eso, el camión debía cruzar el río Santa Catarina que comúnmente no llevaba agua, apenas un riachuelo que gozaba más piedras que cause. Yo no recuerdo si mi madre sabía que el Huracán Gilberto entraría esa misma tarde a Monterrey. Lo que sí recuerdo es que quizá estuve en el ojo del huracán sin saberlo.
>>Tenía apenas 8 años, mi hermana Fabiola 5 y mi mamá 27. Íbamos al Centro porque papá había prometido que nos llevaría al cine. Papá era mecánico y los sábados como aquél día sólo trabajaba medio turno. Papá y mamá se disfrazaban de payasos en nuestros cumpleaños porque no tenían para contratar un show infantil. Papá no apareció en las listas de hospitalizados ni regresó a casa después del huracán. Probablemente murió cuando lo arrastró la corriente hasta que se lo tragó una alcantarilla. Me consuela pensarlo porque eso querría decir que mi hermana y mi mamá se encontraron con él.
>>El camión en el que viajábamos cayó de la avenida al río, fue contundente, la gente saltó sobre la otra gente y el agua entró de trancazo por las ventanas rompiendo los cristales. Una señora cayó sobre mí y me rompió la nariz. Sólo recuerdo el agua pintada de rojo. Mamá gritaba mi nombre mientras sujetaba a Fabiola y, a su vez, Fabiola se sujetaba de su muñeca. Un señor me cargó en sus brazos y me elevó hasta pegarme contra el techo del camión. En ese momento dejé de ver a mamá y a Fabiola. Más tarde, ya no sentí la fuerza de los brazos del hombre. Creo que se había ahogado mientras trataba de salvarme.
>>Comprendí que la gente estaba muerta debido a que el agua turbiamente gris tenía zonas teñidas con sangre; luego volvía el gris turbio. El camión era arrastrado por la corriente. Yo estaba atrapado entre los pasamanos y el techo del camión. Apenas podía respirar. El cuerpo del señor que me ayudó se golpeaba contra mí como un zapato en la orilla del mar, un zapato que no sabe si quedarse dentro o fuera. Después vi la muñeca de Fabiola, entre las olas de mugre y basura. Aunque seguía lloviendo a cántaros simplemente había dejado de sentir la lluvia, era la corriente del río lo más espantoso.
>>El camión se detuvo al pasar la zona donde construyeron el puente del Papa, justo a la altura del anuncio luminoso que ahora encienden durante las noches conmemorando un valor regiomontano, como el sentimiento o la felicidad. Yo no sé en qué están pensando los políticos que creen que el sentimiento o la felicidad es un valor. Están jodidos. Justo a la altura de esa zona fue de donde me rescataron. Además de mí, estaban con vida dos mujeres y otro niño. Creo que el miedo a encontrar el cuerpo de mamá o de Fabiola me dejó en blanco.
>>Después de tres meses en el orfanato dejé de pensar que mi familia aparecería. El miedo me invadía por las noches, soñaba con agua, ríos, lluvia, tormentas y al final despertaba empapado en orines. Sabía que mis papás y Fabiola habían muerto. En realidad, decía que “habían desaparecido”. El hueco que provocaron en mi historia ha sido fulminante: es estar viviendo en el ojo del huracán desde que salí del mismo. En los días de lluvia no puedo contenerme y, como si fuera la lluvia, debo vaciarme, sacar esta historia. Mi esposa y mi hijo la han escuchado cientos de veces.
>>De lo que más me arrepiento es de no haber muerto. El hecho de que yo esté aquí me vuelve el miedo en carne viva. Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres. Por eso juego a vencer el miedo contándolo, enfrentándolo, dándole esta cara que puede ser la de Doscaras. Soy un miedoso y por eso soy un mal villano. Esta cara es el efecto del Huracán Gilberto. Nadie cuida mejor de un enfermo que su familia. A ninguna monja le importan los niños ni los ancianos, sólo les interesa salvarse del infierno en el que creen más fervientes que en el cielo.
>>Después del huracán, Monterrey sufrió varios brotes de enfermedades febriles y epidemias gastrointestinales. A mí me diagnosticaron la fiebre del dengue. Me medicaron y me alejaron del grupo de niños, con el fin de evitar que los contagiara. El orfanato era atendido por monjas de las cuales sólo una podía visitarme. Era muy vieja y poco le importaba que tuviera pústulas por todo el cuerpo. Por aquellos días continuó la lluvia y mis noches eran insoportables. Cada vez que lloraba por mi familia me azotaba contra la cabecera de la cama o me rascaba el rostro hasta desangrarme las pústulas.
>>Me diagnosticaron la fiebre del dengue hemorrágico. ¿Sabes lo que es eso para un niño de ocho años? Duré en el pabellón de enfermería casi tres semanas. Estaba solo y no me dejaban ver a nadie más. Esa monja me visitaba tres veces al día. Nunca traía noticias de mi familia. Cuando sané, me sentí triste porque sabía que ninguno de ellos se alegraría por verme sano. Desde ese momento creí que mi familia había muerto para que yo sanara. Pero sabía que estaba equivocado, ellos habían desaparecido mucho antes de que yo enfermara. Sin embargo, esa idea todavía me sirve de amuleto.
Guardé silencio luego de decirle que lamentaba su historia. Para Diego, Monterrey no significaba la ciudad rompecabezas de obras clonadas de otros países ni la ciudad sede para pseudonegocios internacionales, sino el propio espejo de un rostro que debía llevar a todos lados. Diego había dejado de llorar. El tráfico retomó su ritmo. Noté que a pesar de estar perturbado, sujetaba firme el volante. Me sentí seguro y le pregunté:
--¿Entonces crees qué en tu familia muerta como un amuleto? -mi incapacidad religiosa por el catolicismo me ha vuelto un hombre taciturno, alejado de los tumultos, incluso los ritos orientales tampoco me convencen de la existencia de un Ser superior. Creo en la muerte es determinante, sin salida, no hay reencarnación ni paraíso, infierno o purgatorio.
--No se trata de una idea bella. Ahora puedo confirmar que los muertos son el único amuleto que tenemos.
--¿Por qué estás tan seguro? -su rostro palideció. Frenó la camioneta en la luz amarilla del semáforo en lugar de continuar con precaución o con alevosía y ventaja regiomontanas, se giró hacia mí y me dejó ver las dos mitades de su cara.
--Vivimos en un mundo donde hay más muertos que vivos. Te dije que nadie cuida mejor de un enfermo que sus familia. Las monjas estaban aturdidas por atender a la gran cantidad de huérfanos que dejó el Gilberto. Hace un par de años mi hijo cayó enfermo, cuando lo llevamos al hospital nos dijeron que tenía la fiebre del dengue, lo internaron. Ahí mismo estaba una niña con la cara llena de pústulas como las que yo tuve. Busqué al médico para preguntarle si el medicamento frenaría en mí hijo la erupción de esas pústulas, en realidad mi pregunta era por miedo a que también él quedara con la cara como la mía, me respondió que esa niña tenía viruela y no fiebre del dengue. No estoy seguro si mi familia murió o no, pero sé que son un mejor amuleto que la cercanía de monjas o médicos.
dimanche, juillet 13, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": A.U.X.I.L.I.O.
vendredi, juillet 11, 2008
Noticiero "Detrás de mi ventana": Te odio, Monterrey
jeudi, juillet 10, 2008
mardi, juillet 08, 2008
Firmine Richard - Pour ne pas vivre seul
Pour ne pas vivre seul
On vit avec un chien
On vit avec des roses
Ou avec une croix
Pour ne pas vivre seul
On 'sfait du cinéma
On aime un souvenir
Une ombre, n'importe quoi
Pour ne pas vivre seul
On vit pour le printemps
Et quand le printemps meurt,
Pour le prochain printemps
Pour ne pas vivre seul
Je t'aime et je t'attends pour avoir l'illusion
De ne pas vivre seule, de ne pas vivre seule
Pour ne pas vivre seules
Des filles aiment des filles
Et l'on voit des garçons
Epouser des garçons
Pour ne pas vivre seuls
D'autres font des enfants
Des enfants
Qui sont seuls
Comme tous les enfants
Pour ne pas vivre seul
On fait des cathédrals
Où tous ceux
Qui sont seuls
S'accrochent à une étoile
Pour ne pas vivre seule
Je t'aime et je t'attend pour avoir l'illusion
De ne pas vivre seule
Pour ne pas vivre seul, on se fait des amis
Et on les réunit quand vient les soirs d'ennui
On vit pour son argent, ses rêves, ses palaces
Mais on n'a jamais fait un cercueil à deux places
Pour ne pas vivre seule, moi je vis avec toi
Je suis seule avec toi, tu es seul avec moi.
Pour ne pas vivre seul
On vit comme ceux qui veulent se donner l'illusion
De ne pas vivre seul.
Il n'y a pas d'amour heureux - Danielle Darieux
Rien n'est jamais acquis à l'homme
Ni sa force, ni sa faiblesse, ni son cœur
Et quand il croit ouvrir ses bras
Son ombre est celle d'une croix
Et quand il croit serrer son bonheur
Il le broie
Sa vie est un étrange et douloureux divorce
Il n'y a pas d'amour heureux
Sa vie, elle resemble à ces soldats sans armes
Qu'on avait habillés pour un autre destin
A quoi peut leur servir de se lever matin
Eux qu'on retrouve au soir désarmés incertains
Dites ces mots ma vie et retenez vos larmes
Il n'y a pas d'amour heureux
Mon bel amour, mon cher amour, ma déchirure
Je te porte dans moi comme un oiseau blessé
Et ceut-là savoir nous regardent passer
Répétant après moi les mots que j'ai tressés
Et qui pour tes grands yeux
Tout aussitôt moururent
Il n'y a pas d'amour heureux
Le temps d'appendre à vivre
Il est déjà trop tard
Que pleurent dans la nuit nos cœurs à l'unisson
Ce qu'il faut de malheur
Pour la moindre chanson
Ce qu'il faut de regrets pour payer un frisson
Ce qu'il faut de sanglots pour un air de guitare
Il n'y a pas d'amour heureux
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Sólo una petición:
espero que llegues en un mes. Un mes exacto para tenerte aquí por un año. Es todo lo que quiero para portarme bien. Un año de ti.
Llega!
Òudi-Ló.
lundi, juillet 07, 2008
dimanche, juillet 06, 2008
vendredi, juillet 04, 2008
jeudi, juillet 03, 2008
Fotos y recuerdos de "Verso Norte 2008" (de Nohemí Zavala)
En el escenario (jaja): Zaira Espinosa, Katia Irina Ibarra, Óscar David López y José Javier Villarreal, detrás nuestro nos protege mi imagen capturada por Rogelio Cuéllar. Estas fotos son producto del ojo-cámara de mi querida Nohemí Zavala.