mercredi, décembre 05, 2007

Plegaria Disponible # 5

(Foto by Rodrigo Violante)




A San Jaimito, Señor del pito, consagrador del orgasmo viperino, siervo fiel de las uniones lubricadas -patrono honorario de las carmelitas descalzas-.
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Te pido, buen Santo, te imploro con esta velita y sin ningún egoísmo, que llenes de bendiciones escurridas como la cera gelatinosa sobre la piel vencida en gemidos de gozo, misericordia y dolor, a las criaturas en desventura amorosa. Oh, Santo de todos los chiles, del habanero, del seco y del mas querido, dale al triste, al desvalido, al neurótico y al trabajador compulsivo, al minimo roce demiradas con otro de tus hijos, la explosión absurda que solo viene del cuerpo y solo sabe en el cuerpo, propio y a veces ajeno, aunque no telo pidan. Alivia el escozor del perineo y la picazón de las entrañas a tus hijos e hijas mas desprevenidos; provoca a la fantasía mas chueca, recurre al objeto mas común para la satisfacción del espacio vacío y con tus habilidades celestiales incrementa el resultado. Para mí no pido nada, agradezco lo que me has dado, cuando me lo das y como me lo darás. No espero de ti, Santo de los amores clandestinos, menos ni más que lo que solo tú sabes proporcionar.
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Santo querido, a la mitad de mi velita te pido: recuerda a tus hijos más humildes, a todos los desprotegidos, marginados y señalados. Cuida a los esclavos sumisos y a sus amos vestidos en cuero; a las beatas dominatrices, que siempre tengan donde postrar sus tacones de aguja al final del día. Que nunca les falte un puño en donde descansar a tus hijos de culos abiertos; que nunca les suban el precio a los dildos "Dominator". Que encuentren orgasmo tus hijas que solo crean haberlo encontrado. Pon al oso en el camino del que busca, choca al joven curioso con las maduras; rebaja las plataformas con tacón un descuento del 50% y baja los precios de los canales para adultos. Recuerda a los desorientados que lamer el dedo del pie derecho no es pecado; enseñale a quien no lo encuentre que lo que no se muerde, se chupa. Dibuja un mapa de lo que se toca, lo que no se toca y lo que no se va sin tocar. Otorga texturas a las lenguas, vibraciones a las vergas, maximiza las fricciones y lubrica las conciencias, que tus hijos, tus pobres hijos, secos, cansados, aturdidos y malhumorados, te necesitan hoy y todo el 2008, más que nunca.
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Recuerda San Jaimito que mi velita se apaga, pero no mis ganas.
Rodrigo Violante
Monterrey, México