mercredi, décembre 13, 2006

Aún disfruto el amor epistolar

1

Yo reduzco mis labios
a un polvo blanco
donde las mañanas me hornean.

Veo una música serpentear bajo nuestra lengua
pero no hay nada más allá del mito:
son tus manos cubriéndome los poros.

2

A veces soy un perro que se come su corazón.
Ceremonia del amor propio.
Sálvame.

3

Una carta en la sangre.
Una firma en la cavidad del dolor.
Sigo esperándote en este buzón.
Atrincherado para no morir.
Aunque no.
Tampoco hoy regresarás.

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