dimanche, janvier 03, 2010

Cita con Juan Rodolfo Wilcock

Los amantes

Harux y Harix han decidido no levantarse más de la cama: se aman locamente, y no pueden alejarse el uno del otro más de sesenta, setenta centímetros. Así que lo mejor es quedarse en la cama, lejos de los llamados del mundo. Está todavía el teléfono, en la mesa de luz, que a veces suena interrumpiendo sus abrazos: son los parientes que llaman para saber si todo anda bien. Pero también estas llamadas telefónicas familiares se hacen cada vez más raras y lacónicas. Los amantes se levantan solamente para ir al baño, y no siempre; la cama está toda desarreglada, las sábanas gastadas, pero ellos no se dan cuenta, cada uno inmerso en la ola azul de los ojos del otro, sus miembros místicamente entrelazados.

La primera semana se alimentaron de galletitas, de las que se habían provisto abundantemente. Como se terminaron las galletitas, ahora se comen entre ellos. Anestesiados por el deseo, se arrancan grandes pedazos de carne con los dientes, entre dos besos se devoran la nariz o el dedo meñique, se beben el uno al otro la sangre; después, saciados, hacen de nuevo el amor, como pueden, y se duermen para volver a comenzar cuando despiertan. Han perdido la cuenta de los días y de las horas. No son lindos de ver, eso es cierto, ensangrentados, descuartizados, pegajosos; pero su amor está más allá de las convenciones.

J. R. Wilcock

(Los amantes, texto completo).

3 commentaires:

Soy Robot a dit…

Que intenso. Tan gore y romántico a la vez.

Hace unos días releía unos pasajes de Nostalgia del lodo, sobrevive al tiempo mi gusto por ese libro. Te agradecería me dijeras dónde puedo conseguir los otros libros que has editado. Deseo disfrutar de esas lecturas.

Un abrazo Óscar.

Soy Robot a dit…

Óscar,a veces olvido que siempre estoy logeado con el alias y por ningún lado aparece mi nombre real. Soy Jaime Garza. Por mil razones terminé desconectándome del mundo literario en la ciudad y desconozco los lugares obvios en donde se consiguen tus obras. Sé que ha pasado el tiempo. Puedes llamarlo un arrebato de sinceridad.

Saludos

Óscar David López a dit…

¿Cómo te explico que lo sabía? :P
Un abrazo,
Òudi-Ló.