jeudi, janvier 29, 2009

Noticiero "Detrás de mi ventana": Sobre el nana nana nana que se canta por ahí

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Lo peor es que lo soporto casi todo debido a que la gente patética, la neurótica, la pusilánime, la mala leche, la xerox, la temerosa a la risa del otro, etcétera, me parece polvo instantáneo para personaje.
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Hay ciertos maricones que no hablan en el GYM.
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Andan entre los aparatos como autómatas tarareando nana nana nana nana mientras limpian el sudor de los otros, me incluyo, antes de treparse a su rutina.
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La presión y la tartamudez son las mejores amigas y rivales del que miserablemente se cubre el cuerpo en el vestidor cuando entra alguien por sorpresa.
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Luego dicen algo en su tonito gay, vaya, porque, según ellos, es decir, sus pequeñas mentes, creen que es mejor ser gay que maricón.
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Regresar mi atención al cuerpo me recuerda que hay cierta gente limitada que confunde Gangbang con BangBang o con BigBang. O con Bam Bam. O con Pac Man. O con Batman.
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He escuchado y leído de todo desde que salió aquél libro mío.
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Y me da una morbo enterarme de más cosas.
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Por ejemplo, también hay mujeres feas, como la chingada (diría mi papá), que son las gurús de su grupo de gays que piensan que no deben moverse para que la literatura pase.
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Lo peor de todo, diría Ray Loriga (si lo hubiera pensado), es la gente estática.
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Sí, como los gays de GYM que limpian obsesivamente los aparatos y se cubren pudorosamente su cuerpo cuando uno entra por sorpresa al vestidor.
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Es México, 2009, es decir: Monterrey, año de elecciones y paz del narco, que parece increíble que aún la gente considere siquiera cantar nana nana nana nana como si esto fuera un concierto de los noventas cuando Maná era la reina de las bandas pops y los jóvenes poetas de a. n. e. creían fielmente en su actitud de niños autistas.
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Lo mejor de todo es que las mujeres feas hablan en clave torcida con el propósito que uno las entienda y piense ah, sí, es que es fea, y nunca la quiso aquél poeta, ni aquél otro, uff, ni qué decir de lo su propio ahijado dice de ella.
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Aquéllos gays llaman a sus amigas, madrinas.
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La mejor hora del GYM para gente como yo es al mediodía.
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Pura luz y calor.

2 commentaires:

Romario Arlt a dit…

Soportar hasta cierto punto está bien, pero todo tiene que salir o, en su defecto, que entrar.
No es lo mismo la homosexualidad que la putería; y ahora que me acuerdo tenía que escribir algo referente a mis amigas de la calle perla.
¡Agur Óscar!
Geo

Óscar David López a dit…

¿Verdad?

Eso mismo pienso.

Saludos,

Òudi-Ló.