jeudi, novembre 08, 2007

Tierra Adentro No. 148 Octubre-Noviembre 2007 / La Lengua Traducida, Apropiada - Entrevista con Luis Jorge Boone


En la recién aparecida Tierra Adentro No. 148 Octubre-Noviembre aparece una entrevista que le realicé a Luis Jorge Boone, autor de Traducción a Lengua Extraña, obra ganadora del Premio Nacional de Poesía Elías Nandino 2007. Aquí reproduzco una parte de la entrevista que quedó fuera del número por cuestiones de espacio. Así, sirva ésta pequeña muestra para alentarlos a adquirirla ya que está vez hacen una Intervención a la Historia a próposito del casi Bicentenario de la Revolución Mexicana. Además de la versión final de la entrevista pueden encontraran muchas cosas más. Ya saben.
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La Lengua Traducida, Apropiada / Entrevista con Luis Jorge Boone
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En una conversación, Jorge Luis Borges le preguntó a Juan Rulfo cómo había estado últimamente, a lo que respondió: "Pues muriéndome, muriéndome por ahí." "Entonces no le ha ido tan mal", dijo Borges, "imagínese, don Juan, lo desdichado que seríamos si fuéramos inmortales." Este diálogo me lo recordó de inmediato uno de tus versos: "Ficción amada, tan real, todo libro es la descripción de un sueño", ¿crees que la imaginación plantee una cercanía con la inmortalidad?
Una suspensión del paso convencional del tiempo. Habitar mundos en que todo ocurre con otras reglas, experimentar un tiempo que transcurre de forma relativa. La imaginación nos provee de sueños verdaderos, como son los sueños que valen la pena, los que nos marcan.
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Si cada generación necesita sus traductores, ¿a qué autores te interesa traducir o has traducido?
He traducido en diferente medida principalmente a poetas: Charles Wright, John Ashbery, H.P. Lovecraft, Ted Hughes; así como algunos ensayos de Philip K. Dick. Cada uno de estos ejercicios y proyectos empezaron por la curiosidad de saber cómo se escucharían en español. Con el tiempo, la práctica se transformó en una versión del acto creativo, y en una forma de leer además.
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En algunas películas se le ha cuestionado directamente a los carteles de drogas su funcionamiento y despliegues internos, en relación a sus actividades ilícitas. ¿Crees que existe una evasión a esta cuestión refiriéndonos a "las mafias literarias" y su movimiento falsamente natural?, ¿será imprescindible para algunos escritores sujetarse de la mano de otros para lograr sus objetivos?
Quienes buscan “denunciar” las prácticas “mafiosas” de los grupos de poder son quienes caen más temprano que tarde en ellas. Es una cuestión de perspectiva. Supongamos que hay un escritor que procura siempre tener buenas relaciones con varias publicaciones periódicas, con ciertas editoriales; en este caso, si es su amigo, las personas dirán que es bueno que uno mismo se ocupe en administrar su obra; pero si no congenian con él, las mismas personas dirán que es un mal artista que se dedica descaradamente a la autopromoción. Es, a fin de cuentas, una cuestión de desde dónde se analiza la situación. Quien más critica es quien más ambiciona, en el fondo, un espacio de privilegio, puesto que siempre tiene su atención puesta en ellos, aunque su hipocresía le impida reconocerlo. Las mafias literarias existen, claro, pero no son las únicas ni las peores. Sólo hay que tener cuidado de no caer en el juego de nadie, no perder de vista lo importante.
Ahora bien, creo que más que la amistad con otros escritores, estoy seguro que es el trabajo lo que puede abrirnos a la larga cualquier puerta. Siempre es bueno tener un amigo que te eche la mano alguna vez, pero su apoyo nunca podrá sustituir al trabajo propio.
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Si existe una literatura, específicamente, una poética de la frontera, ¿qué sería?
Yo no creo que exista tal cosa. Hay temas y ambientaciones inherentes a esa región que han generado cierta estética reconocible, vasos comunicantes entre autores. Pero no creo que pueda tomarse tan serio como para medir con la misma vara a todo quien escriba desde los estados fronterizos. Además, las relaciones con la frontera son distintas para cada uno: Baja California y Chihuahua mantienen un intercambio intenso con EU, Nuevo León y Coahuila no tanto. Es una forma de leer a ciertos autores, pero no creo que pueda tomarse en serio como premisa para crear.
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¿Qué piensas sobre la poesía de Elías Nandino?, ¿es un autor cercano para tu generación?, ¿sería necesario reanimar su lectura?
El primer contacto que tuve con la poesía de Nandino fue como a los 19 años, con su libro Conversaciones con el mar, luego conocí otras cosas. Me sorprendió la intensidad amorosa de sus poemas, la mirada siempre lúbrica del poeta que descubre un mundo en el cuerpo del ser amado. Además, el uso impecable que hace de las formas y los metros clásicos es sin duda una animación a su estudio y práctica. La mejor forma que tenemos de recordar a Elías Nandino es leyéndolo —todos estamos de acuerdo en que nunca se lee lo suficiente a un buen poeta—, y además con el homenaje que le hace el premio de poesía joven de Tierra adentro. A Nandino siempre le interesó apoyar a los jóvenes.

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