Los Tubos Cultural, JULIO 28, 2007
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La falsificación, el plagio, ¿la nueva tradición literaria?
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Hace algunos quince años en Monterrey hubo una poeta que publicó un libro donde “se le coló” un poema de César Vallejo. A ninguno de sus amigos escritores, editores, lectores o familiares les sorprendió dicho poema. El hallazgo sucedió cuando un lector, digamos, con memoria más fresca le hizo saber que ese poema no había sido escrito por ella, si no por un tal Vallejo de origen peruano y difunto décadas antes de que ella naciera. La poeta negó todo eso debatiendo que esos versos estaban escritos en uno de sus cuadernos de trabajo y que por eso los publicó. Y, como se imaginarán, caso cerrado.
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3 commentaires:
Lon invito a leer mis blogs sobre plagios perpetrados por ciudadanos de la ciudad de Buenos Aires (porteños)
Chido artìculo. Comparto la idea de Ema Wolf sobre el temor de pensar que la idea que se tiene no es propia. Ya antes habìa entrado en ese debate con alguien, jaja. Y es que analizándolo bien, realmente las ideas de uno, son en realidad la mezcla y adaptación de la de otros, por mucho que uno diga que no. Jajaja, ya tengo cerebro de palomita otra vez :P
eyy oscar david!
me gustó mucho tu artículo. interesante y divertido. no hay nada nuevo bajo el sol, así que todos somos unos plagios jeje
besos
paty blake
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