dimanche, avril 15, 2007

Silvestre

Para que tus espuelas no

controlen las sábanas.

Para que el miedo no amanere,

ya que acaso el ocaso

tampoco sacrifica los labios

para salvar la almohada

o el cristal su efervescencia

por una de mis huellas.

He decidido la levedad,

esa cabalgadura

sin deshuesadero

donde las sombras

salvajas

no se ofrecerán

porque el pinzón

se diluyó en la colmena.

He echado las lunetas

bajo la cama

y he planchado mi abdomen

por si los hombres

y sus nombres

y mis hombros

te confunden,

y he pulido mi generosa hebilla

para que cuando me mires

la entrepierna

tan sólo a Narciso

penetrándote

encuentres.

3 commentaires:

nohemiza a dit…

Lo peor del caso es que ya no se encuentra uno ni en los otros. Pff, tanto buscar. Hace diez años dijimos nel al Fin de la Historia. Típico: el primer paso es la negación (NO, porque no me estoy muriendo)Ay, Los Simpsons. I miss us.

Dulce M González a dit…

Oye, andas muy inspirado, escribe y escribe poemas, ¿por qué será? Bueno, bueno, que disfrutes ambas cosas. Los poemas y aquello que supongo suponer ;)

Omar Bravo a dit…

y sin embargo es GPS (y no JPS, ni JVC, ni mucho menos)

pero el mío, siñor, es un extravío metafísico... no me sirve siñor, no me sirve...

un abrazo