Es el amor a quien como amante puede contar los horrores sexuales de su infancia mientras comparte la cama. La desnudez es otro velo de nuestra historia particular. Nadie habla de su pasado como quien toca las estrías de su cintura o sus nalgas. A veces la sinceridad es un dardo que nos atraviesa desde la sombra que ocultamos por temor a parecerle deforme al otro, incluso deforme a lo que uno muestra de sí mismo. A veces hay quien sabe cómo retar y vencer su propia desgracia. Uno sólo puede abrazalo para no sentirse lejano. Aunque quizá también sea para que el otro nos reconozca sin necesidad de palabras.
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