Conversando con... Salvador Díaz

La novia: anagnórisis del álbum familiar

La obra de Salvador Díaz se pasea en la historia del propio autor-personaje motivada por el estudio de esa belleza que nombraba Charles Baudelaire como un duelo en el que el artista grita antes de ser vencido. Quizá por eso, Salvador nos entrega una anagnórisis de su álbum familiar: colección reconstruida de la memoria del pintor que se exporta en fondo y forma; serie dividida en un desear suyo cercano al movimiento del hijo en el árbol genealógico cuando éste se encuentra (a sí mismo) y se reconoce. Sus piezas recrean un pasado que ahora -en soportes ya sean lienzo sean hojas de periódico- son imágenes de una línea cuasi fantasmagórica del deseo del yo artístico y su goce.

En “La novia” (Óleo sobre lino, 2001), Salvador Díaz nos regala con fina destreza pictórica a una mujer vestida de blanco que en una posición de esperanza, ese motor del deseoso, podría ser cualquiera de nosotros. El reconocimiento –la agnición- no es sólo para aquellos que comparten el verdadero álbum del artista pues siempre el “reconocerse” estará en los ojos que se miran mirando: al fin recreación del espacio temporal de la pieza de arte.

José Kozer dice en un verso: “Se viste de novia los lunes, rosas de rejalgar en el costado, el absceso no cierra”. Y quizá sea cierto que todos somos eso que encontramos en la imagen: nosotros mismos focalizados en el deseo abrimos la grieta del álbum para meternos en los ojos del artista, para convertirnos por unos instantes en la imagen, para cobrar conciencia de que el espacio y el tiempo trascienden más allá de la pieza y el pintor: Salvador Díaz también lo sabe; quizá por eso, él pinta en el deseo de encontrarse y reconocerse, y ser encontrado y así reconocido.

Óscar David López

Conversando con... Salvador Díaz

Inauguración y diálogo por Óscar David López

Entrada libre

Martes, 22 de agosto del 2006

20:00 hrs

Galería Regia

Abasolo 951, esquina con Mina

Barrio Antiguo, Monterrey, N.L.