Todo lo que el espejo me revela. Quisiera estar otra vez del otro lado. Que las mañanas sean esas madrugadas según la hora de mi nacimiento. Que nadie me mirará antes del corte de caja. Que cuando alguien sople en mi corazón se entere que el polvo no es toda mi promiscuidad. Que puedo abrir una mano de billetes después de haberlos gastado. Que nada podría hacer que me consideraran un mal amigo sólo porque cambio de opinión cuando el escenario se ajusta. Odio. Sí. Odio. Pero no es sólo una conjugación del verbo en primera persona. Yo estoy después del odio. Y tú, sí, el que lees, no mi lector idóneo pero sí ese que me busca, sabes que no volveré a ser el mismo.
3 commentaires:
te entiendo, corazóncito, te entiendo. Yo quiero hundirme en el odi ocontigo y amarnos ahí... más, jajajaja. Besos, pequeñín. Te extraño
Merci beacoup, ma cher ami.
entre el amor y el odio...
querido amigo, un abrazo, gcw.
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