jeudi, janvier 31, 2008

Gangbang, ¡ya!

Gangbang ya está en la página de Fondo Editorial Tierra Adentro. Se consigue en todas las librerías EDUCAL del país o por medio de la librería virtual de CONACULTA en http://www.librosyarte.com.mx/. O mándame un correo: oscardavidlo@hotmail.com. La portada es de Jésica López LaNegra.


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no. 350
GANGBANG
88 páginas
[Poesía, 2007]
Óscar David López
$60
ISBN: 978-9703504183


Cuarta de forro

En los poemas que recorren Gangbang de Óscar David López, el lector encontrará un desenfado irreverente, una exploración en palabras de las nociones y permisiones posibles en versos sin ataduras morales. “Gangbang: 1. Literalmente, sexo en grupo.” Esta es la manera en que su autor presenta este libro sin cortapisas, con reminiscencias de e.e. cummings y alusiones a muy contemporáneas vivencias sensuales-sexuales plasmadas en poemas inmediatos. Después del Gangbang, el designio de la poesía se nos plantea análogo a la vivencia de éste, nuestro mundo vigésimo primo: somos testigos y partícipes, simplemente “para terminar friqueados”.

mercredi, janvier 30, 2008

Avatar para Severo

Por la ilusión de no vivir

solo, compré un látigo

al que me entrego amigo

sin alteridad de fingir

vacío por un vicio decir:

éste que miras marcado

una vez estuvo asustado

por tu dedo acusativo

a mitad de mi festivo

goce: hoy gozo al cuadrado.

mardi, janvier 29, 2008

Recomendación... Teoría King Kong (de Virginie Despentes)



Título: Teoría King Kong

Autor: Virginie Despentes

Traducción e introducción: Beatriz Preciado

Editorial: Melusina (España)

Extracto: Tenientas corruptas


Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece un asunto más interesante que ningún otro. Me parece formidable que haya también mujeres a las que les guste seducir, que sepan seducir, y otras que sepan casarse, que haya mujeres que huelan a sexo y otras a la merienda de los niños que salen del colegio. Formidable que las haya muy dulces, otras contentas en su feminidad, que las haya jóvenes, muy guapas, otras coquetas y radiantes. Francamente, me alegro por todas a las que les convienen las cosas tal y como son. Lo digo sin la menor ironía. Simplemente, yo no formo parte de ellas. Seguramente yo no escribiría lo que escribo si fuera guapa, tan guapa como para cambiar la actitud de todos los hombres con los que me cruzo. Yo hablo como proletaria de la feminidad: desde aquí hablé hasta ahora y desde aquí vuelvo a empezar hoy. Cuando estaba en el paro no sentía vergüenza alguna de ser una paria, sólo rabia. Siento lo mismo como mujer: no siento ninguna vergüenza de no ser una tía buena. Sin embargo, como chica por la que los hombres se interesan poco estoy rabiosa, mientras todos me explican que ni siquiera debería estar ahí. Pero siempre hemos existido. Aunque nunca se habla de nosotras en las novelas de hombres, que sólo imaginan mujeres con las que querrían acostarse. Siempre hemos existido, pero nunca hemos hablado. Incluso hoy que las mujeres publican muchas novelas, raramente encontramos personajes femeninos cuyo aspecto físico sea desagradable o mediocre, incapaces de amar a los hombres o de ser amadas. Por el contrario, a las heroínas de la literatura contemporánea les gustan los hombres, los encuentran fácilmente, se acuestan con ellos en dos capítulos, se corren en cuatro líneas y a todas les gusta el sexo. La figura de la pringada de la feminidad me resulta más que simpática: es esencial. Del mismo modo que la figura del perdedor social, económico o político. Prefiero los que no consiguen lo que quieren, por la buena y simple razón de que yo misma tampoco lo logro. Y porque, en general, el humor y la invención están de nuestro lado. Cuando no se tiene lo que hay que tener para chulearse, se es a menudo más creativo. Yo, como chica, soy más bien King Kong que Kate Moss. Yo soy ese tipo de mujer con la que no se casan, con la que no tienen hijos, hablo de mi lugar como mujer siempre excesiva, demasiado agresiva, demasiado ruidosa, demasiado gorda, demasiado brutal, demasiado hirsuta, demasiado viril, me dicen. Son, sin embargo, mis cualidades viriles las que hacen de mí algo distinto de un caso social entre otros. Todo lo que me gusta de mi vida, todo lo que me ha salvado, lo debo a mi virilidad. Así que escribo aquí como mujer incapaz de llamar la atención masculina, de satisfacer el deseo masculino y de contentarme con un lugar en la sombra. Escribo desde aquí, como mujer poco seductora pero ambiciosa, atraída por el dinero que gano yo misma, atraída por el poder de hacer y de rechazar, atraída por la ciudad más que por el interior, siempre excitada por las experiencias e incapaz de contentarme con la narración que otros me harán de ellas. No me interesa ponérsela dura a hombres que no me hacen soñar. Nunca me ha parecido evidente que las chicas seductoras se lo pasen tan bien. Siempre me he sentido fea, pero tanto mejor porque esto me ha servido para librarme de una vida de mierda junto a tíos amables que nunca me habrían llevado más allá de la puerta de mi casa. Me alegro de lo que soy, de cómo soy, más deseante que deseable. Escribo desde aquí, desde las invendibles, las torcidas, las que llevan la cabeza rapada, las que no saben vestirse, las que tienen miedo de oler mal, las que tienen los dientes podridos, las que no saben cómo montárselo, ésas a las que los hombres no les hacen regalos, ésas que follarían con cualquiera que quisiera hacérselo con ellas, las más zorras, las putitas, las mujeres que siempre tienen el coño seco, las que tienen tripa, las que querrían ser hombres, las que se creen hombres, las que sueñan con ser actrices porno, a las que les dan igual los hombres pero a las que sus amigas interesan, las que tienen el culo gordo, las que tienen vello duro y negro que no se depilan, las mujeres brutales, ruidosas, las que lo rompen todo cuando pasan, a las que no les gustan las perfumerías, las que llevan los labios demasiado rojos, las que están demasiado mal hechas como para poder vestirse como perritas calentonas pero que se mueren de ganas, las que quieren vestirse como hombres y llevar barba por la calle, las que quieren enseñarlo todo, las que son púdicas porque están acomplejadas, las que no saben decir que no, a las que se encierra para poder domesticarlas, las que dan miedo, las que dan pena, las que no dan ganas, las que tienen la piel flácida, la cara llena de arrugas, las que sueñan con hacerse un lifting, una liposucción, con cambiar de nariz pero que no tienen dinero para hacerlo, las que están desgastadas, las que no tienen a nadie que las proteja excepto ellas mismas, las que no saben proteger, esas a las que sus hijos les dan igual, esas a las que les gusta beber en los bares hasta caerse al suelo, las que no saben guardar las apariencias; pero también escribo para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no saben pelearse, los que lloran con facilidad, los que no son ambiciosos, ni competitivos, los que no la tienen grande, ni son agresivos, los que tienen miedo, los que son tímidos, vulnerables, los que prefieren ocuparse de la casa que ir a trabajar, los que son delicados, calvos, demasiado pobres como para gustar, los que tienen ganas de que les den por el culo, los que no quieren que nadie cuente con ellos, los que tienen miedo por la noche cuando están solos.

Quiero ser feliz como Abraham

mercredi, janvier 23, 2008

Armas y letras / número 61 / Reseña: De "La Santa" de José Javier Villarreal




El reciente número de Armas y letras, revista de literatura, arte y cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León tiene como tema central La traducción como trabajo creativo y en él encontraremos una apuesta de traducción inversa entre Cristina Rivera Garza y Jen Hofer, ensayos y artículos de Wilfried S. Schoeller, Víctor Barrera Enderle, Jéssica Nieto y Beatriz Espejo, poemas de Francisco Serrano y Eduardo Milán, reseñas entre las cuales está una que he escrito sobre el libro de poemas La Santa de José Javier Villarreal y otras curiosidades a las que puedes acceder si te atreves. ¡Atrévete!

samedi, janvier 19, 2008

Del Literespacio de nuestra Dulce María González

Ahora que sólo nos queda trabajar al doble para lograr el placer de la escritura holgada, Dulce María habla con la verdad:
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"La mayoría de los habitantes, incluidos los artistas y escritores, no sólo hacemos negocio en todo momento, trabajando sin parar, sino que nos sentimos culpables si caemos en la distracción.
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"Cuando algún creador es del tipo relajado, ocioso o distraído, cuando no está neuróticamente obsesionado con la producción de su obra y no trabaja en ella como un poseso a cambio de nada, decimos de él que no es un "artista de verdad".
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"Reconocí mi alma regiomontana en una comida con amigos escritores en la Ciudad de México que empezaba a alargarse al infinito. "¿A qué hora escriben?", me preguntaba. Tomando en cuenta sus hábitos, llegué a la conclusión de que si aquello fuera Monterrey, ya los hubieran corrido de sus respectivos trabajos.Por su parte, ninguno de ellos compartía mi intranquilidad. Totalmente relajados pasaron a la sala en ese momento y se echaron en los sillones a ronronear como gatos.
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"Además de su excesiva afición al trabajo y su actitud culposa hacia el esparcimiento, Monterrey es una ciudad sumamente narcisista y posee una actitud hacia el exterior muy cercana al autismo.
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Publicado el sábado, 19 de Enero de 2008, en el periódico El Norte.

dimanche, janvier 13, 2008

La línea del Cosmonauta # 6


Desde Hermosillo, La línea del Cosmonauta ofrece un panorama de los centros y las periferias de la literatura. En el número 6 aparece una colaboración mía para el apartado de narrativa. Para más info visiten su página aquí. Gracias a Josúe Barrera y a todo su equipo.

Los Toreros Muertos - Yo No Me Llamo Javier

Yo tampoco. Deja ya de joder.

jeudi, janvier 10, 2008

Adiós Andrés Henestrosa (1906-2008)

Al final de la vida sólo nos queda un poco de ceniza en la palma de la mano

Andrés Henestrosa

Sobre el poeta aquí.

mercredi, janvier 09, 2008

Un poema de un regiomontano exiliado: Samuel Noyola

(Samuel Noyola, por Óscar David López)

Reflexión sobre un recinto barroco

A Severo Sarduy

En un claustro geométrico de luces,
la garra de la monja escribe, sella
su ardor, con una imagen dual de estrella
que, al sol con corte de astros, cae de bruces.

La envidia se encapucha. Fijas cruces
proyectan filo o sombra en la faz bella,
(rayas que en la memoria blanca de ella
trascienden a barrotes: -tragaluces).

Puede ser expansivo su mañana.
Su pulso es orbitado por la plana
superficie del mundo, y no despacio.

En la celda sonora de sor Juana
resuenan resplandores de palacio:
los signos dispersados al espacio.



(Tequila con calavera)
SAMUEL NOYOLA